Implantología con éxito
La formación de un odontólogo debe ampliarse durante toda la vida, es importante tener en cuenta este aspecto para no quedarse desfasado, además de que la formación es incuestionable para evitar ante el paciente problemas de salud, estar al día y utilizar técnicas, instrumental y materiales de última generación.
Es un hecho la diferencia que se experimenta cuando estás ante un buen profesional. Contar con una titulación y unos conocimientos necesarios, son garantía de no sufrir infecciones, hemorragias, inflamaciones y otras patologías que pueden surgir si no se conoce bien cómo tratar todo lo que concierne a la especialidad de la odontología. Nuestros especialistas además están licenciados también en medicina y la implantología es una de nuestras especialidades.
En nuestra clínica dental tenemos claro que la colocación de implantes dentales para recuperar la sonrisa y sustituir piezas dentarias, es actualmente la mejor opción tras la pérdida de uno o varios dientes. Los implantes dentarios proporcionan prótesis naturales y estéticas que devuelven al paciente la capacidad masticatoria y le proporcionarán seguridad y confort.
Para colocar un implante es necesario replicar la pieza a medida, cosa sumamente importante. Brevemente te explicamos cómo se realiza lo que se denomina una impresión dental para su posterior vaciado.
Impresión y vaciado dental
Una impresión dental no es otra cosa que lo que vulgarmente llamamos, ‘hacer un molde’, es la obtención en negativo de los tejidos duros y blandos de la cavidad bucal. Y esto lo realiza un odontólogo y se toma sobre los dientes del paciente para una reproducción odontológica comparativa de forma correcta que evite posibles fallos en el futuro trabajo a realizar. La impresión dental es una de las herramientas más ventajosas que permite trabajar sobre un molde exacto de la cavidad oral del paciente.
Esta se realiza haciendo uso de una cubeta de impresión rellena de alginato o silicona, así se toma un negativo de la boca a examinar. A continuación, para obtener el positivado, debemos a proceder al vaciado de dicha impresión.
El vaciado dental parte de una sencilla proposición como es el conocimiento de la medida de una dentadura, de ahí se puede conseguir la réplica de una pieza dental. Se utiliza la impresión previamente limpia y seca con aire a presión, se le añade normalmente la escayola a la impresión sobre el vibrador para evitar la aparición de poros, llenándola un poco más para poderla luego retirar bien. Una vez seca la escayola, tenemos el modelo de alginato que colocaremos en un lugar húmedo para finalizar el vaciado.
En tiempos pasados se utilizaban metales (incluso preciosos como el oro), plástico e incluso barro. Hoy es habitual utilizar cerámica o porcelana.
