La salud bucodental incide directamente en la salud general y en nuestra calidad de vida. Ser capaces de comer y hablar con total normalidad, así como ser conscientes en positivo de nuestra buena imagen, se traduce en autoestima y también en nuestro modo de relacionarnos con los demás.
Es fundamental tener una correcta actitud de prevención y cuidado bucal, pero es inevitable llegar al envejecimiento como parte de la vida, algo que trae consigo cambios en nuestro cuerpo, nuestra mente y por supuesto cambios y patologías a nivel oral.
Nuestra piel envejece y también lo hacen nuestros dientes. Además del paso de los años, estos cambios son consecuencia de cambios a nivel de la estructura interna del diente y también de la acumulación de efectos propios como la ingesta de café, té, bebidas alcohólicas, el fumar, la alimentación y por supuesto las rutinas de higiene oral.
Los cambios principales que sufre un adulto mayor en su dentadura, nos generan una percepción de envejecimiento dental que se refleja a nivel facial. Los más frecuentes son:
· Cambios en el color, tamaño y forma de los dientes.
La dentina es la que nos proporciona el color de nuestros dientes y se asemeja a un color marfil más que a un blanco impoluto. Está formada por elementos orgánicos e inorgánicos lo que hace que al envejecer se tiña dándole un aspecto más envejecido a nuestros dientes, ya no se ven tan luminosos. Como comentábamos arriba además el paso del tiempo, el consumo de bebidas alcohólicas, café, té y fumar, ayudan a esta coloración amarillenta.
· Retracción de encías, aumento de la sensibilidad y caries
La progresiva retracción de la encía es otro de los procesos más comunes y naturales. La raíz del diente queda más expuesta afectando a la sensibilidad dental. Es fundamental, mantener una correcta higiene para que no aparezca la caries radicular.
· Pérdida dentaria total o parcial.
Es fácil ver que a algunas personas mayores con la falta de alguna pieza dental o todas. Esto supone problemas a la hora de masticar y deglutir los alimentos. Pero hay solución para este tipo problemas como más adelante exponemos.
· Se produce menos saliva.
Con la toma prolongada de ciertos medicamentos se reduce el flujo de saliva, lo que se conoce por xerostomía, el síndrome de la boca seca. Trae aparejado un mayor riesgo de aparición de caries ya que la saliva nos protege y limpia nuestros dientes. La saliva, es fundamental para mantener una adecuada salud bucal ya que interviene en funciones bucales básicas como son la deglución, la masticación y el habla.
En función de la necesidad de cada paciente, existen hoy día múltiples tratamientos de estética dental, mínimamente invasivos que permiten mejorar y rejuvenecer nuestra sonrisa.
· Blanqueamiento dental
Esta técnica debe realizarse por profesionales y ella permite dar luminosidad y devolver el blanco a los dientes, sin producir ningún daño sobre esmalte dental. Esta técnica se utiliza desde hace décadas y es segura y eficaz.
· Carillas dentales
Las carillas hacen que recuperemos la armonía en el caso de que los dientes muestren desgastes y/o fracturas, ya que nos permiten cambiar la forma del diente y el color. Las carillas dentales son finas láminas de composite o cerámica que van adheridas a la superficie externa del diente. Hoy en día con la digitalización, podemos recrear los cambios en la sonrisa para que el paciente pueda observar el resultado final antes de realizar el tratamiento.
· Microcirugía estética gingival.
Por último trataremos las encías, en este rejuvenecimiento ellas también son importantes en la ecuación de la estética de nuestra sonrisa, ya que envuelven los dientes. Son tratamientos de microcirugía mínimamente invasiva altamente eficaces, sin dolor y con una recuperación inmediata que hacen que podamos recuperar el volumen perdido de la encía, eliminando esas sombras indeseadas y creando simetría.
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