La sensibilidad dental, técnicamente denominada Hipersensibilidad Dentinaria (HD) es el dolor que se siente tras el contacto con un estímulo externo como cuando se toma una comida o una bebida fría, caliente, ácida, dulce… incluso con la presión táctil. Es un dolor dental transitorio e intenso que se produce cuando la dentina pierde su protección natural y queda al descubierto.
Algunos glosarios de términos sitúan la dentina debajo del esmalte y la describen como una sustancia que rodea la corona y la zona de la raíz, en concreto la pulpa dentaria constituyendo el esqueleto principal del diente. Es un tejido más duro y denso que el tejido conjuntivo y está constituido de sustancia fundamental a la que atraviesan un gran número de tubos microscópicos, llamados túbulos dentinarios que se extienden desde la pulpa a la superficie, y en los que se alojan las prolongaciones de las células conjuntivas. También se denomina marfil.
Cuando el diente pierde su protección estos túbulos quedan abiertos al exterior, permitiendo que los estímulos externos alcancen las terminaciones nerviosas y provoquen la sensación de dolor.
La sensibilidad dental suele aparecer entre los 18 y los 40 años de edad. En los últimos años está siendo tratada principalmente a pacientes jóvenes debido al consumo excesivo de estos en bebidas ácidas y el uso indiscriminado sin supervisión médica de productos de blanqueamiento dental.
Normalmente relacionadas con el estilo de vida y los hábitos diarios de higiene oral, hay otras situaciones que causan la exposición de los túbulos dentinarios y provocan la sensibilidad dental. Algunas son:
El mal cepillado dental por frecuencia, por cepillado con demasiada fuerza o con un cepillo de cerdas muy duras y una pasta dental muy abrasiva, pueden provocar la abrasión y desgaste del esmalte y el cemento, exponiendo la dentina.
Recordemos que el bruxismo es el hábito de apretar y rechinar los dientes. Puede darse en adultos y en niños y tanto de día como de noche. Existen dos tipos: céntrico (cuando apretamos) y excéntrico (cuando frotamos). El bruxismo desgasta el esmalte exponiendo la capa de dentina.
Las comidas y bebidas ácidas (zumos de cítricos, refrescos carbónicos, etc.) provocan descalcificación, erosionan el diente sobre todo a nivel de su cuello.
Una enfermedad en las encías, puede retraerlas y exponer la dentina y causar sensibilidad. Cepillarse con demasiada fuerza o frecuencia retrae las encías.
La gingivitis es una enfermedad de las encías que hace que el tejido de estas se inflame y se debilite apareciendo la sensibilidad dental porque la dentina queda expuesta.
Esta normalmente es causada por tratamientos odontológicos, como una limpieza profesional, un tratamiento periodontal básico, una ortodoncia, una cirugía… También a veces una anomalía anatómica puede causarla quedando la dentina al descubierto.
Existen también ciertas situaciones que provocan un medio oral ácido, como son las patologías psicológicas como la anorexia nerviosa o la bulimia. Patologías estomacales como la hernia de hiato, la úlcera, etc. o las patologías derivadas por la profesión que se realiza, llamadas profesionales donde se incluyen los catadores de vinos por ejemplo.
Establecer una medidas preventivas es el mejor tratamiento para evitar la sensibilidad dental junto con un tratamiento adecuado que puede realizarse en la clínica o en el domicilio de cada paciente.
Si tratamos diariamente la sensibilidad dental con productos adecuados se evita la sensación dolorosa que provoca y puede recuperarse la normalidad en dientes y encías.
Recomendamos las siguientes medidas preventivas:
Al mismo tiempo y junto a estas medidas se utilizan agentes desensibilizantes de uso ambulatorio que en su mayoría incluyen en su composición sales de potasio que penetran por los túbulos dentinarios abiertos hasta la pulpa, inhibiendo la transmisión nerviosa que produce el dolor. Estos productos en algunos casos incluyen también fluoruros, que taponan parcialmente los túbulos dentinales con el consiguiente alivio.
También para casos de sensibilidad dental muy alta existe el tratamiento que sella completamente los túbulos dentinales que han quedado expuestos evitando así la transmisión del estímulo externo que produce el dolor. Además, forman una capa protectora resistente al lavado desde la primera aplicación.
Si el dolor que se produce no obedece a un estímulo determinado y persiste después de que éste cese o no está bien localizado, es probable que la causa no sea sensibilidad dental y se deba a la existencia de patologías subyacentes, como una caries, por ejemplo.
Es importante acudir a la consulta para que el odontólogo pueda realizar una exploración y un diagnóstico con precisión.
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