Relajación antes de ir al dentista

Miedo al dentista.
Recuerda: El odontólogo está para ayudarte

Es habitual que cuando un paciente se sienta en el sillón dental, diga: Uff, estoy nervioso, me da pánico sentarme en este sillón. ¿Miedo?

Realmente existe cierto pánico generalizado en la población a acudir al dentista. Y esto tiene consecuencias graves en muchas ocasiones, puesto que se posterga la visita y se agrava el problema, a la vez que lo encarece.

A veces el miedo está basado en experiencias traumáticas anteriores. Cuando has tenido una mala experiencia previa, como un tesoro la guardas en tu memoria y claro, esta sale a relucir en el momento tienes que acudir de nuevo a este profesional. Demos gracias a que los recursos y métodos que se emplean hoy en día para la salud bucodental han variado mucho en las últimas décadas. Y eso lo pueden comprobar las personas más mayores.

Pero, en mucha ocasiones, este ‘miedo’ casi siempre es infundado, exagerado, heredado, sí, trasmitido por los propios padres.

Y es que el instrumental dental genera un ruido… que no es nada agradable. También a muchas personas les intimida la distancia a la que se acerca el dentista para poder trabajar en una cavidad que muchos consideran íntima.

Lo que si debemos tener claro es que cuando más tardemos, el problema se habrá agravado, y el tratamiento será más costoso.

Con todos los medios de que ahora se dispone, actualmente las visitas al dentista no suelen ser dolorosas. Puedes decir que pueden ser molestas porque a nadie le es agradable estar con la boca abierta y que alguien esté trabajando en ella. Puedes decir que te pone nervioso solamente pedir una cita, así que vamos a ver si podemos trabajar en ello en este post.

¿Cómo podemos relajarnos antes de entrar a consulta?

El dentista no es tu enemigo, está para ayudarte, y eso es lo primero que tienes que pensar. Su cometido como profesional de la salud es ayudarte a sentirte mejor.

Hoy en día en Internet tienes opiniones y referencias de las experiencias de los pacientes, aunque lo que mejor funciona es el boca a boca personal a la hora de saber cómo trabaja cada profesional.

Si no tienes referencias puedes acudir a la consulta a pedir la cita personalmente y así ves cómo trabaja, cómo es quien te va a tratar, hasta incluso le puedes expresar el miedo que tienes para que te ayude en ese sentido.

Él y su equipo harán lo posible para ganar tu confianza, recuerda siempre que están para ayudarte y solamente tienes que confiar en su profesionalidad y en que van a hacer lo mejor para ti.

Algunas pautas para ir relajado al dentista son:

• Conocer a qué nos vamos a someter. En nuestra clínica siempre informamos a nuestros pacientes de cómo vamos a llevar a cabo cualquier proceso. Estamos abiertos a responder y aclarar cualquier duda que el paciente tenga. No debes tener miedo a preguntarnos, estamos para informarte y solucionar cualquier problema.
• Relajantes. Siempre debemos consultar con el dentista si nos vemos en la necesidad de tomar alguno para que este no interfiera en el proceso. Nos pueden ser de gran ayuda los relajantes naturales como las infusiones de tila, pasiflora o valeriana, por ejemplo.
• La compañía. Vienen muchos pacientes acompañados, con la pareja, un amigo, los padres, un hijo… siempre te harán sentirte más seguro y te distraerán si lo necesitas.
• Controla tu respiración. Es uno de los mejores métodos para controlar la ansiedad que provoca la intervención, sea cual sea. Llévala a un ritmo acompasado, siente el aire entrar a través de las fosas nasales y cómo este recorre tu interior para después suavemente expulsarlo por la boca. Esto te ayuda a tener más control al ser consciente de tu propio cuerpo.
• Música. El ruido que desprenden algunos de los instrumentales con los que trabajamos, como la turbina por ejemplo, te puede poner nervioso, por eso también aconsejamos traerte unos cascos con tu música preferida para escucharla durante la intervención. Es un recurso muy útil que hará que ese ‘preocupante’ ruido quede anulado, te relajarás y el tiempo te pasará hasta más rápido.

Los odontólogos son muy conscientes del miedo que sienten sus pacientes cuando van a la consulta y se forman para enfrentarlo.

La mejor manera para superar ese ‘miedo’ es la prevención, las visitas periódicas que nos evitarán tener problemas que requieran de tratamientos agresivos o complejos. Solamente tenemos que fijarnos en los niños, ellos son los pacientes que menos miedo tienen en sus visitas para revisar la ortodoncia, visitas sencillas, no traumáticas, saben que es bueno para su salud bucodental.

Desde nuestra Clinica Dental Dr. Fuset en Valencia, nuestro mensaje es claro: El miedo se evita con revisiones periódicas y con actitudes preventivas.