Sí, no es nada raro escuchar que las frutas y verduras están al cuidado de los dientes.
La alimentación es un factor clave en nuestra salud, salud que comienza por la boca en la mayoría de las ocasiones, ya que muchas patologías y enfermedades son causadas por anteriores problemas bucales.
Enumeramos algunas frutas y verduras que no son solamente ‘limpiadores» naturales’, sino que además protegen el esmalte de los dientes y nuestras encías.
El kiwi es una fruta perfecta para ayudar con el estreñimiento, además de producir un efecto beneficioso sobre nuestros dientes gracias a la limpieza que ejerce sobre las raíces de debajo de las encías.
Según un estudio premiado en 2017 con el Premio HM Goldman, en el que se afirmaba que el kiwi tiene efectos beneficiosos para prevenir la inflamación de las encías.
Recordemos que el kiwi es el máximo generador de Vitamina C. Una sola pieza nos aporta en torno al 80% de esta vitamina que necesitamos a diario. También es rico en Vitaminas E y A.
El kiwi cuida y refuerza el colágeno en el tejido de las encías y mejora en general el funcionamiento de los leucocitos contra las infecciones.
El consumo de kiwi mejora el funcionamiento del sistema inmunitario y la circulación sanguínea, algo que sin duda mejora la salud de nuestras encías, por ejemplo.
Aunque no sustituye al cepillado dental, morder una manzana ayuda a mantener una boca más limpia y sana.
Masticarla varias veces por semana limpia la superficie dental, mejora la circulación en las encías, regula el pH bucal y reduce la placa bacteriana.
Además, posee propiedades bactericidas que combaten el mal aliento, la caries y otras enfermedades dentales. La pectina que contiene mejora problemas gastrointestinales y protege contra la contaminación ambiental.
También elimina metales pesados como plomo y mercurio, reduce el colesterol, tiene efectos anticancerígenos y combate el estreñimiento gracias a su alto contenido en fibra. Sin embargo, sus ácidos y azúcares hacen necesario el cepillado posterior.
Al igual que la manzana, la pera es una fruta rica en fibra que nos ayuda a regular el pH de la boca aumentando la creación de saliva.
Cuando mordemos una pera, su textura porosa hace que arrastremos las pequeñas partículas que se acumulan entre las encías y los dientes, creando un efecto similar al barrido de la placa bacteriana.
La pera también es un alimento ideal para fortalecer nuestras encías como la manzana, destacando su mayor efecto para neutralizar el ácido que las demás frutas.
El plátano no solo casi carece de grasa y está repleto de vitamina B6 y vitamina C, y prácticamente no tiene grasa. También nos ayuda a limpiar la placa bacteriana de nuestros dientes.
Además el plátano es una gran fuente de ácido oxálico, el mismo que permite disminuir el dolor y la sensibilidad dental.
Las fresas contienen Xylitol, que ataca directamente a las bacterias de la placa dental y evitan la desmineralización de los dientes. Además son ricas en fructosa, y esto supone un modo de aportar de forma natural azúcares a nuestro organismo.
Hay falsos mitos que dicen que las fresas blanquean nuestro esmalte. Ellas nos ayudan a remineralizar nuestros dientes, pero eso no significa que los blanqueen.
Realmente fortalecen nuestro esmalte y un esmalte dental fuerte es más “limpio”, pero no actúan como blanqueante.
El Xylitol estimula la circulación sanguínea en las encías, lo que aporta vitalidad a los dientes.
Y por último recordemos que las fresas son un gran aliado en la lucha contra el envejecimiento celular por ser una potente fuente de antioxidantes, de la que se beneficia el resto de nuestro organismo.
Si tenemos déficit de Vitamina C tendremos más riesgo de padecer gingivitis, retracción de encías o encías sangrantes. Esta fruta es rica en vitamina C.
Esta vitamina estimula la producción de colágeno, indispensable en la formación y elasticidad de cartílagos, huesos, piel, músculos, tendones y uno de los principales componentes de las encías.
Está relacionada con menor sangrado gingival en pacientes con periodontitis debido a su alto contenido en un polifenol llamado Reveratrol.
Las uvas tienen ácido málico, por eso, si te preocupa tener una sonrisa limpia y luminosa, es una buena decisión que incluyas en tu dieta esta fruta.
Las uvas también nos aportan la Vitamina K que fortalece los huesos y que si nos falta se verá afectada la mineralización de nuestros dientes y estaremos más expuestos a las caries.
Los arándanos están consideramos como super-fruta por su alto contenido en antioxidantes y polifenoles, lo que es muy eficaz en la prevención de las enfermedades periodontales al poseer capacidades antiinflamatorias y antibacterianas.
Estas pequeñas bayas azuladas tienen bajo valor calórico y también un contenido bajo en azúcares.
Un grupo de científicos de la Universidad de Laval, en Canadá, descubrieron que el consumo habitual de arándanos podría ayudar a evitar la formación de placa dental.
Según su estudio, publicado en la revista especializada “Journal of Agricultural and Food Chemisty”, los polifenoles presentes en los arándanos son capaces de actuar contra las bacterias que causan la periodontitis, en concreto la ‘nucleatum Fusobacterium’.
La jugosa y fresca sandía es la fruta perfecta para el verano, pero además es fantástica para que nuestra sonrisa esté limpia de manera natural.
Nos permite tener una mejor salivación, por lo que es ideal para pacientes con halitosis y personas que tienen un PH alto. Además nos mantiene hidratado porque tiene un alto contenido en agua, casi el 80% de su composición.
Mantenerse hidratado es muy recomendable para la salud bucodental puesto que la saliva realiza una importante función en el bienestar de nuestra boca, que en situación de falta de hidratación no se produce.
A la zanahoria no le caben más beneficios. Entre ellos y para nuestra salud bucodental contiene flúor, un mineral esencial para el esmalte dental.
Además mejora el riego sanguíneo bucal y nos ayuda a limpiar la placa dental.
Al igual que las zanahorias, el apio es nuestro aliado a la hora de la limpieza de la placa dental. También, lo es en el tema de la halitosis o mal aliento, puesto que lo elimina.
Aunque insistimos en que se deben realizar una o dos limpiezas bucales al año para evitar futuros problemas dentales, a las que acompaña claro está su correspondiente revisión por el especialista.
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