Existe un tipo de úlcera bucal que se caracteriza por la pérdida de sustancia de la mucosa, muy dolorosa, de etiología multifactorial y desconocida que se localiza principalmente en la mucosa. Son las Aftas y los factores causantes pueden ser de origen vírico, bacteriano, inmunologico, genético, sistémico o externo. Es muy habitual en personas portadoras de ortodoncia.
Se las conoce también como ‘úlceras aftosas’ a estas pequeñas lesiones superficiales que suelen aparecer en la base de la encía o en los tejidos blandos de la boca. En una o dos semanas por sí solas las aftas desaparecen.
La diferencia con el herpes labial es que este aparece en la superficie de los labios y es contagioso.
Las aftas se forman dentro de la boca, encima o debajo de la lengua, en la base de las encías, dentro de las mejillas o labios, en el paladar blando. Antes de su aparición se suele sentir una sensación de hormigueo o ardor. La mayoría son redondas ú ovaladas con el borde rojo y el centro blanco o amarillento.
Se conocen y distinguen tres tipos de aftas, las menores, mayores y herpetiformes:
— Aftas menores: Este tipo son las más frecuentes, son pequeñas con el borde rojo y forma ovalada. Desaparecen en una o dos semanas sin dejar cicatrices.
— Aftas mayores: Se dan en menor proporción. Son más profundas y grandes que las menores. Suelen ser redondas con el borde definido, aunque si son muy grandes el borde puede ser irregular. Son dolorosas y tardan en curar hasta seis semanas dejando importantes cicatrices.
— Aftas herpetiformes: Se producen rara vez y se dan en personas mayores, pero nada tiene que ver en ella el virus del herpes. Su borde es irregular porque ocurre que aunque su tamaño es como la cabeza de un alfiler, se unifican grupos que van de 10 a 100 aftas formando una gran úlcera que se cura en una o dos semanas sin dejar cicatrices.
Realmente no existe un origen claro que justifique la causa precisa de las aftas, aunque algunos investigadores creen que los brotes se producen incluso en la misma persona, por una combinación de factores. Cualquier persona puede tener aftas, aunque es cierto que ocurre con mayor frecuencia en adolescentes y adultos jóvenes y son más frecuentes en mujeres.
Algunos posibles desencadenantes de las aftas serían:
Lo primero es consultar con tu dentista si llevas aparatos dentales que las pueden provocar. Y además también hay una serie de consejos que te pueden ayudar a reducir la aparición de aftas:
No es necesario realizar un exámen para diagnosticar las aftas, el médico o el dentista pueden identificarlas mediante un examen visual.
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